Aunque la respuesta ya te la ha dado @RubialesAlberto, voy a explicar un poco el por qué de la necesidad de envolver el decorador en otra función.
En realidad no se trata de una sintaxis especial o excepcional, sino que se desprende directamente de cómo funciona el propio patrón decorador en Python. Y una vez se comprende, se abren muchas posibilidades interesantes que iré explorando en esta respuesta.
Teoría
Un decorador tiene esta sintaxis general:
@cualquier_expresion
def cualquier_funcion():
...
La @
denota que debe aplicarse un decorador. Entonces python evaluará cualquier_expresion
y el resultado de esa evaluación debe darle como resultado una función, llamemosla g
. Lo que hace entonces es básicamente lo siguiente:
def cualquier_funcion():
...
cualquier_funcion = g(cualquier_funcion)
Es decir, invoca g
(la función que le salió al evaluar cualquier_expresion
) pasándole como parámetro la función cualquier_funcion
recién definida. Se supone que g
devolverá como resultado otra función. Esta nueva función se asigna al símbolo cualquier_funcion
, sobreescribiendo el valor que tenía antes.
A partir de este punto, cuando invoques cualquier_funcion()
, estarás invocando en realidad la función devuelta por g
.
Esta es la teoría. Ahora veamos algunos casos típicos:
cualquier_expresion
es una función
Es el caso más habitual, y corresponde al que planteabas en tu pregunta:
Defines una función (decor
) que recibe como parámetro otra (f
) y retorna una tercera (f2
)
def decor(f):
def f2(*args,**kw):
print('Ejecutando',f.__name__)
return f(*args,**kw)
return f2
Una vez hecho esto, puedes aplicar @decor
como aquí:
@decor
def sumar(a,b):
return(a+b)
y siguiendo lo explicado en la teoría, se evalúa la expresión decor
dando lugar a una función g
. En este caso g
sería igual a decor
, pues la evaluación de la expresión decor
da como resultado la función decor
(es una expresión muy simple en este caso).
Por tanto se hará:
sumar = g(sumar)
y en este caso al ser g
igual a decor
, resulta que se invoca decor(sumar)
, la cual retorna la función f2
, y ese valor se asigna a sumar
. En lo sucesivo al invocar sumar()
estarás invocando f2
.
El decorador es una clase
Esto también está permitido. Pensemos qué significa. Imagina que tienes una clase llamada Decor
, y que la intentas usar como decorador:
@Decor
def suma(a,b):
return a+b
Según las reglas antes explicadas, g
sería ahora la clase Decor
, por tanto cuando se haga suma = g(suma)
se estará haciendo suma = Decor(suma)
. Por tanto se estaría instanciando la clase Decor
pasándole la función suma
a su método __init__()
. Como resultado se tendrá un objeto de tipo Decor
, al que podemos llamar de momento decor_obj
(aunque realmente sería anónimo). Es ese objeto el que se asigna a suma
, por lo que cuando más adelante se intente suma(1,2)
, en realidad se estará haciendo decor_obj(1,2)
.
Es decir, se estará intentando "ejecutar un objeto". ¿Tiene sentido esto? Pues puede tenerlo si la clase Decor
implementa el método especial __call__()
, pues esto permite ejecutar objetos de esa clase.
Así pues, una implementación válida de la clase Decor
debería tener un método __init__()
(para instanciar la clase cuando se usa el decorador) y otro método __call__()
(para ejecutar el objeto instanciado).
Por ejemplo así:
class Decor:
def __init__(self, f):
self.f = f
def __call__(self, *args, **kw):
print('Ejecutando', self.f.__name__, 'con', args, kw)
return self.f(*args, **kw)
lo cual haría lo mismo que tu decorador original (bueno, he hecho que imprima también los argumentos además del nombre)
Decoradores con parámetros
Y este sería el caso por el que preguntabas. Quieres un decorador que puedas usar de esta forma:
@decor("*")
def suma(a,b):
return a+b
Por tanto ahora tenemos una expresión algo más interesante. Y tenemos que g=decor("*")
, de modo que tenemos que implementar una función decor()
que devuelva otra función para ser asignada a g
. Python hará entonces suma=g(suma)
, por lo que la función g
retornada por decor
ha de ser una que acepte una función como parámetro y retorne otra función como resultado.
Por eso es necesario envolver el decorador en una función más, como en la respuesta de Rubiales Alberto:
def decor(prefix=''):
def g(f):
def f2(*args,**kw):
print(prefix, 'Ejecutando',f.__name__)
return f(*args,**kw)
return f2
return g
Decorador que pueda aceptar o no parámetros
El inconveniente del decorador anterior es que estamos obligados a invocarlo siempre. Es decir, aún si no queremos un prefjo como *
delante, debemos usarlo así:
@decor()
def suma(a,b):
return a+b
Al invocar decor()
sin parámetros el prefijo toma el valor por defecto ''
, y funcionará correctamente. Pero ¿y si ponemos esto?:
@decor
def suma(a,b):
return a+b
Esto no funcionará ya correctamente, porque en este caso se hará g=decor
y no g=decor()
.
Estaría bien tener una implementación de decor
que pudiera usarse como @decor
a secas si no quiero pasarle parámetros, o como @decor("*")
si quiero pasarle uno. ¿Sería posible algo así?
Es posible si aplicamos la teoría. Cuando pongamos @decor
"a secas", entonces se tendrá g=decor
y más adelante cuando se haga suma = g(suma)
nuestro decor
será invocado recibiendo una función como parámetro.
En cambio cuando ponemos @decor("*")
, la función será invocada recibiendo una cadena como parámetro y en este caso debemos retornar la función g
, que retorna la función f2
interna.
Por tanto podemos escribir un decor()
genérico que acepte cualquier argumento, para determinar dentro de él si el argumento ha sido una función, o algo llamable (en cuyo caso fue usado como @decor
a secas) o algo que no es llamable (en cuyo caso fue usado como @decor("*")
por ejemplo).
Sería así (es realmente retorcido):
def decor(arg):
prefix = ""
def g(f):
def f2(*args,**kw):
print(prefix, 'Ejecutando',f.__name__)
return f(*args,**kw)
return f2
if not callable(arg):
prefix = arg
return g
else:
return g(arg)