La utilidad en tu ejemplo no está clara porque el código es muy simple, pero te pongo un caso real en el que se hace uso de esta estrategia:
En angular2+, cuando trabajas con formularios, puedes decir cómo validar un campo. Lo más común es declarar el campo como obligatorio, o que la longitud mínima sea X, o que el valor sea un número con un mínimo y un máximo. Esto se hace declarando algo como (versión simplificada, no real):
let form= [
{name:'campo1', validators: [<funcion validadora1>,<funcion validadora2>...]}
{name:'campo2', validators: [<funcion validadora1>,<funcion validadora2>...]}
];
El propio Angular tiene unas funciones validadoras genéricas que se usan así:
let form= [
{name:'campo1', validators: [Validators.required]}
{name:'campo2', validators: [Validators.minLength(4)]}
];
Como imaginarás, Validators.required
es una función a la que le pasas el campo y comprueba si está vacío. Eso es relativamente sencillo de implementar. En cambio, cuando escribimos Validators.minLength(4)
¡estamos llamando a una función! Puesto que lo que necesitamos es una función validadora que compruebe que la longitud sea la que le hemos pasado, el código sería algo así (de nuevo simplificado):
Validators.minLength= function(l) {
return function (control) {
return control.value.length>=l;
};
};
De ese modo no tienes que implementar la función para cada longitud, tienes una "metafunción" que se encarga de generarla.
Un ejemplo mucho más tonto pero que quizá te lo deje más claro es el siguiente:
function generadorSaludos(saludado) {
return function (hola) {
console.log(`${hola} ${saludado}!`);
};
}
let saludaAlex= generadorSaludos('Alex');
saludaAlex('Hola');
saludaAlex('Hello');
saludaAlex('Bonjoir');