Vamos a ver este problema sin utilizar punteros. ¿Qué valor imprime el ejemplo siguiente? void func(int valor) { valor = 3; } int main() { int var = 0; func(var); printf("%d",var); } La respuesta correcta es 0, ya que los cambios realizados dentro de func son meramente locales. Si ahora introducimos punteros... void func1(int* valor) { valor = 3; } void func2(int* valor) { *valor = 3; } int main() { int var = 0; func1(&var); printf("%d",var); func2(&var); printf("%d",var); } El resultado será 03. Esto es porque `func` realiza cambios sobre el propio puntero y eso no dejan de ser cambios locales, mientras que `func2` realiza cambios sobre la memoria apuntada, cambios que sí se van a ver reflejados fuera de la función. No se si se aprecia la diferencia. En tu caso el problema es el siguiente: int openFile(FILE *fp,const char *name,const char *mode,int CON_SIN) { fp = fopen(name,mode); if(!fp) { if(CON_SIN) fprintf(stderr,"No se pudo abrir %s, en modo %s",name,mode); return 0; } return 1; } `fp` es una variable local, luego todos los cambios que realices sobre dicha variable van a ser implícitamente locales. Y desgraciadamente cambiar la dirección de memoria a la que apunta el puntero es un cambio local que no tendrá ningún efecto fuera de la función. Tienes dos posibles soluciones al problema: * Devolver fp con el return, de tal forma que si devuelves 0 se presupone que el fichero no ha podido abrirse. * Pasar `fp` como argumento en forma de puntero doble. De esta forma los cambios de direción del puntero simple se verán reflejados fuera de la función. **Devolver fp** int openFile(const char *name,const char *mode,int CON_SIN) { FILE* fp = fopen(name,mode); if(!fp) { if(CON_SIN) fprintf(stderr,"No se pudo abrir %s, en modo %s",name,mode); } return fp; } **doble puntero** int openFile(FILE **fp,const char *name,const char *mode,int CON_SIN) { *fp = fopen(name,mode); if(!fp) { if(CON_SIN) fprintf(stderr,"No se pudo abrir %s, en modo %s",name,mode); return 0; } return 1; } Un saludo.