La idea de utilizar pocos parámetros busca precisamente eso: código limpio, legible, fácil de entender, escribir, leer y darle mantenimiento. Si encuentras una función con por ejemplo, 16 parámetros, no es fácil leerla.
Por ejemplo, supongamos que tienes una función para registrar un cliente nuevo y la utilizas así:
IngresarNuevoCliente("Nombre1", "Nombre2", "Nombre3", "Apellido1", "Apellido2", "ApellidoCasada", fechaNacimiento, "Genero", "NumeroIdentificacionUnica", "Dirección", telefono)
Como ves, es una instrucción muy larga, tienes que recorrerla completamente para observar el contenido, y cuando la escribes, es fácil perder el orden de los parámetros (a mi me ha sucedido personalmente) y equivocarlos, y si son del mismo tipo no mostrará ningún error (por ejemplo, que cambies un apellido por un nombre) y será más dificil detectar el problema. Si estas debugueando también cuesta seguirle el orden a los parámetros. Y eso sin contar si a su vez, la función IngresarNuevoCliente
pertenece a la lógica del negocio y llama a su vez otra función para almacenar esta información, que también tendrá N cantidad de parámetros.
Muy diferente es por ejemplo, utilizar una clase Cliente
, crear un objeto cliente
y asignarle valores conforme obtienes la información:
cliente.primerNombre = cajaTextoPrimerNombre.Text;
cliente.segundoNombre = cajaTextoSegundoNombre.Text;
.
.
.
cliente.telefono = cajaTextoTelefono.Text;
Y luego crear el cliente nuevo así:
IngresarNuevoCliente(cliente);
Es más clara su escritura y lectura, durante un debugueo puedes analizar el objeto y ahí estará disponible la información de manera mas legible.
¿Qué sucede si después necesitas capturar mas información del cliente? Simplemente modificas la clase y ya puedes capturar dicha información sin modificar tu función, que añadirle más parámetros a la función y volverla más complicada y susceptible de errores, así como a todas las funciones a las que esta haga llamada.
La idea de evitar por completo los parámetros me parece un poco exagerada, en general estas son buenas prácticas, no leyes escritas en piedra, y conforme se adquiere experiencia escribiendo código, sabrás cuales tomar en cuenta y por qué.