El nombre del archivo fuente no debería influir de ningún modo en el comportamiento del programa que resulte al compilar.
Pero es posible que (dependiendo de qué compilador uses y cómo lo uses) la compilación falle, pues un espacio en el nombre puede ser interpretado como "final" del nombre de archivo. Así, por ejemplo, si compilases con g++
usando el siguiente comando:
$ g++ numero par y impar.cpp
obtendrías un error de que el fichero numero
no existe, pues el espacio ha sido usado por el shell como separador, por lo que g++
estaría recibiendo en realidad varios parámetros que consideraría nombres de ficheros separados.
Ese problema es fácil de arreglar poniendo comillas alrededor del nombre del fichero:
$ g++ "numero par y impar.cpp"
Entonces ¿qué ha pasado en tu caso? Solo puedo aventurarlo, pues no tenemos información suficiente.
Mi hipótesis es que inicialmente habías puesto un nombre de fichero sin espacios, y ese compilaba sin problemas, pero el código no estaba terminado. No tenía la parte del else
. Más adelante renombraste el fichero como "numero par y impar.cpp" y a partir de ese punto ya no compilaba correctamente pero no te diste cuenta. Entonces cuando ejecutabas el programa, en realidad estabas ejecutando la versión previa que había sido compilada con éxito. Por eso, por más cambios que hicieras en el código fuente, a la hora de ejecutarlo no veías esos cambios, pues en realidad se estaba ejecutando la versión anterior.
Al renombrarlo de nuevo y quitar los espacios, ya compiló correctamente y pudiste ver los cambios realizados.