En Python las funciones son objetos, y como cualquier otro objeto, pueden tener atributos. Estos atributos se pueden accesar usando la notación usual de objeto.atributo
, que en este caso sería funcion.atributo
.
Dada una función cualquier, puedo crear sus atributos por simple asignación:
def una_funcion():
pass
una_funcion.titulo = "Una función"
print(una_funcion.titulo) => Una función
Tener que inicializar los atributos de una función por fuera no resulta muy conveniente. Si ocupamos la función hasattr(objeto, nombre)
podremos chequear si el atributo existe, y si no, inicializarlo dentro de la misma función.
Veamos como ejemplo una función que lleva un contador:
def funcion():
if not hasattr(funcion, 'contador'):
funcion.contador = 0
funcion.contador += 1
return funcion.contador
En cada invocación la función primero chequea que el atributo contador
exista; en caso contrario lo inicializa a cero.
Luego de incrementar el contador en uno, lo retorna.
El contador mismo (funcion.contador
) es accesible y modificable como cualquier otro atributo de algún objeto. En el siguiente código mostramos como producir dos secuencias distintas con la misma función:
# Imprimir la secuencia 1 .. 10
for i in range(10):
print(funcion())
funcion.contador = 100 # Modificar directamente el contador
# Imprimir secuenica 101 .. 110
for i in range(10):
print(funcion())
produce:
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
101
102
103
104
105
106
107
108
109
110