Vamos a empezar por aclarar que las variables globales, a no ser que no tengas ningún otro recurso para evitarlas, son siempre indeseables, y hay muchas razones por lo cual esto es cierto.
Entonces ¿qué podemos hacer para evitarlas? Pues intentar acercarnos, en lo sumo posible, a construir funciones puras. Es decir, funciones que no tengan efectos secundarios y que no produzcan output arguments, ya que, como el buen Robert Martin (2008, p. 45) explica:
En general, los argumentos de salida [output arguments] deberían ser evitados. Si tu función debe cambiar del estado de algo, que sea el estado del objeto que la posee.
Teniendo esto claro, veamos tu situación: Estás usando una variable global (e
), la cual usas para producir un valor (string
) que quieres usar en otra parte.
Como yo lo veo, tienes todo para construir una función pura en la cual su entrada sea e
, su proceso sea la obtención de string
, y esta última sea precisamente su salida. Incluso, con un poco de contexto, podemos darle un nombre a la función que nos permita identificar claramente qué hace (y, por supuesto, evitar usar un nombre ya usado por la builtin function input()
, lo cual siempre debe ser evitado, como bien explicó ArianJM).
Podemos hacer, entonces:
def obtener_string_a_partir_de(e):
string = e.get()
return string
Ahora bien, por lo visto quieres imprimir la variable string
. Como también debemos tener en cuenta que, como el mismo Martin explica, las funciones deben hacer una sola cosa, podemos crear otra función que se encargue de imprimir string
.
def imprimir(string):
print("Hola " + string)
Agrupando ambas partes:
string = obtener_string_a_partir_de(e)
imprimir(string)
return string
, con lo cual podrías recoger el valor cons = input()
en otra parte, o podrías declararstring
fuera del método y simplemente usarlo ahí conglobal
igual que estás haciendo con lae