El resultado es dependiente del Sistema Operativo.
Cuando tu adquieres un recurso (un fichero, un socket, ...) el sistema te reserva dicho recurso ofreciéndote un acceso exclusivo al mismo. Nadie más podrá acceder a dicho recurso mientras lo tengas reservado.
Si el acceso requerido es de lectura únicamente, el sistema puede ofrecer un acceso compartido al recurso siempre y cuando todos los accesos sean de lectura.
Si tu adquieres un recurso pero no lo liberas, el sistema mantiene la reserva del mismo, por lo que impides que otra aplicación pueda acceder al mismo.
Lo que normalmente sucede (al menos en Sistemas Operativos modernos) es que al cerrar tu aplicación los recursos asociados a dicha aplicación se liberan automáticamente... pero no tiene por qué ser necesariamente así. Si resulta que los recursos no se liberan se quedarán bloqueados indefinidamente (pues tu aplicación ya no será capaz de liberarlos al perder los identificadores de los mismos) y la única solución será reiniciar el equipo.
Hay que tener especial cuidado con los recursos remotos, ya que entonces es bastante probable que el Sistema Operativo remoto no tenga constancia de que tu aplicación se haya cerrado, con lo que la posibilidad de que los recursos queden bloqueados aumenta significativamente.