Solución 1: Monkey Patching
Entonces cada vez que se instancie A, utilizamos una instancia de MonkeyPatcher para modificar la clase B, asociamos a su setattr un método de A y agregamos la clase al conjunto. Y listo!
Solución 2: Un método especial
Si no te gusta la solución que usa monkey-patching, se me ocurrió una solución mas limpia, pero tiene el defecto de que no se establece el valor del atributo de forma convencional:
class B(object):
def __init__(self):
self.b = 0
class A(object):
def __init__(self):
self.value = B()
def setattr_in_b(self, attr, value):
print("setter:", attr, "=", value)
setattr(self.value, attr, value)
obj = A()
obj.setattr_in_b("hola", "mundo")
print(obj.value.hola)
El plan es que siempre que llamemos a setattr_in_b se haga x acción y luego se establesca el atributo.
Solución 3: b_
Podemos modificar el método setattr de la clase A para que cuando el atributo que se intenta establecer comienza con b_, hacer x acción, quitarle el prefijo "b_" y establecer dicho atributo en la clase B.
class B(object):
def __init__(self):
self.b = 0
class A(object):
def __init__(self):
self.value = B()
def __setattr__(self, attr, value):
if(attr.startswith("b_")):
attr = attr[2:]
print("setter:", attr, "=", value)
setattr(self.value, attr, value)
else:
super().__setattr__(attr, value)
obj = A()
obj.b_hola = "mundo"
print(obj.value.hola)
También podrías lograr el mismo objetivo usando propiedades (recomendado si queres que la acción x se ejecute solo cuando se establecen ciertos atributos).
class B(object):
def __init__(self):
self.b = 0
class A(object):
def __init__(self):
self.value = B()
@property
def b_hola(self):
return self.value.hola
@b_hola.setter
def b_hola(self, value):
print("setter:", "hola", "=", value)
self.value.hola = value
obj = A()
obj.b_hola = "mundo"
print(obj.value.hola)
Solo por curiosidad, podrías contarme a que solución recurriste???