Actualización, explicaciones adicionales
Para enviar la longitud inicial tenias str(len(buffer))
. Ya que como hemos dicho las cadenas "normales" no se pueden enviar sin antes convertirlas a bytes, para arreglar esto no basta con quitar el str()
, pues dejarías len(buffer)
que es un entero, no una cadena de bytes. La solución sería algo como esto:
tamanio = str(len(buffer))
cliente.send(tamanio.encode("ascii"))
Sin embargo no está claro que esto vaya a funcionar como pretendes. En el lado servidor tienes un:
recibido = sck.recv(1024).strip()
en el que parece que esperas justo el tamanio
que el cliente acaba de enviar. Si por ejemplo el tamaño era de 12423 bytes, el cliente habrá enviado la cadena (de bytes) co los dígitos "12423". Ya que en el servidor no sabes cuántos dígitos ha enviado, has optado por poner 1024 para que pueda recibir "de sobra" (si hay menos retornará sólo los que encuentre).
Esto te funcionará correctamente la mayoría de los casos, y el servidor recibiría la cadena (de bytes) "12423", que tendrías que convertir a cadena de caracteres con algo como recibido = recibido.decode("ascii")
para poder procesarlo seguidamente con recibido.isdigit()
o int(recibido)
como hace tu código.
Sin embargo también podría darse el caso, dependiendo del estado de saturación de la red, de la diferencia de velocidades entre cliente y servidor y de otros factores, que el cliente haya enviado la cadena (de bytes) "12423" y seguidamente, antes de que los datos hayan podido llegar al servidor, haya entrado en el bucle que envía los bytes del fichero y haya enviado unos cuantos.
En ese caso, cuando el servidor vaya a hacer sck.recv(1024)
podría encontrarse con la cadena (de bytes) "12423" e inmediatamente después con los primeros bytes del fichero, todo en una sola lectura. La variable recibidos
tendría "pegado" la cadena que representa la longitud del fichero junto con los primeros bytes de éste. No hay forma de saber qué es qué, dónde acaba la longitud y dónde empieza el fichero.
Y es que TCP es un protocolo orientado a flujo. Lo que lees del socket es un flujo de bytes que no corresponde necesariamente con los "trozos" en que ha sido escrito. Puedes escribir los bytes de 20 en 20 y leerlos de 2 en 2, o viceversa.
Así pues la idea de enviar primero la longitud del fichero se complica, ya que sería necesario que delimitaras de alguna forma dónde termina esa cadena que indica la longitud. Por ejemplo, podrías poner un \n
al final de la misma. Pero el servidor también se complica puesto que tras leer los primeros 1024 bytes debería buscar dónde está ese \n
para determinar que lo que está delante es la cadena que indica la longitud y lo que está después ya es parte del fichero.
Si este protocolo lo vas a usar para transferir un único fichero, puede ser mucho más simple que no envíes ninguna longitud, sino directamente el fichero. Si te preguntas ¿cómo sabrá entonces el servidor cuándo parar de leer? la respuesta es muy simple. El cliente, tras enviar el último byte del fichero cerrará el socket. En el servidor, cuando la función sck.recv()
le devuelva una cadena vacía (o sea que su len()
sea cero) sabrá que el socket se ha cerrado y por tanto que el fichero está completo.
Un último detalle para mejorar la eficiencia. No tienes por qué escribir los bytes de 1 en 1 y leerlos de 1 en 1. Puedes escribir bloques de cualquier tamaño (por ejemplo de 1024) y leerlos en bloques de cualquier otro tamaño. Funcionará igual si vas concatenando lo leido. El ultimo bloque será necesariamente más corto, pero ni siquiera necesitas tratarlo de forma especial.