El paquete flafter
(que viene forma parte de latex y por tanto viene preinstalado) te arregla el problema:
\usepackage{flafter}
Este paquete se asegura de que la figura no sale nunca antes del punto donde la insertes en el fuente.
Ten en cuenta no obstante que como norma general es mejor dejar que LaTeX ponga la figura donde considere conveniente (en función de qué más texto aparece en la página, qué espacio hay disponible, si hay otras figuras, etc.)
Si el documento es complicado, largo, con muchas figuras, tratar de "forzar" su posición acaba siendo un trabajo de relojería, pues cada vez que "mueves" una figura tienes que revisar y quizás recomponer todo.